¿Alguna vez has sentido que tus pensamientos, emociones y acciones no están en línea? ¿Que en algunos momentos te comportas de una manera que no se corresponde con tus valores y creencias?

Esto es lo que se conoce como incongruencia, y aunque puede parecer un problema, también puede ser una herramienta para desarrollar nuestro pensamiento crítico y crecer como personas.

La incongruencia nos obliga a cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno, a reflexionar sobre lo que creemos y a explorar nuevas ideas y perspectivas. A través de la incongruencia, podemos descubrir nuestras creencias, y aprender a aceptar y abrazar nuestra complejidad.

Ser incongruentes no significa ser incoherentes o hipócritas, sino más bien ser honestos con nosotros mismos y reconocer que no somos seres perfectos y coherentes todo el tiempo. Significa estar abiertos al cambio y al crecimiento, y estar dispuestos a cuestionar nuestras propias ideas y creencias.

Una de las preguntas frecuentes cuando tengo la oportunidad de platicar con alguno de ustedes es: ¿Cómo puedo utilizar la incongruencia para desarrollar mi pensamiento crítico?

Tal vez esto pueda provocarte a ser incongruente.

  • Cuestiona tus propias creencias: Cuando te des cuenta de que tus pensamientos, emociones y acciones no están en línea, tómate un momento para reflexionar sobre ello. ¿Por qué estás actuando de esa manera? ¿Es consistente con tus valores y creencias? ¿Por qué crees lo que crees?
  • Escucha y aprende de otras perspectivas: La incongruencia nos muestra que no somos seres perfectos y coherentes todo el tiempo, y esto nos permite ser más abiertos a otras perspectivas y opiniones. Escucha a aquellos que piensan diferente a ti (sin pensar en decir una respuesta u opinión), y trata de entender su punto de vista. Puede que aprendas algo nuevo que te haga reconsiderar tus propias ideas.
  • Acepta tus debilidades y trabaja en ellas: La incongruencia también nos muestra nuestras debilidades y áreas de mejora. En lugar de negarlas o ignorarlas, acepta tus debilidades y trabaja en ellas.
  • Abraza tu complejidad: Todos somos seres complejos y multifacéticos, y la incongruencia nos muestra que esto es algo natural. En lugar de tratar de encajar en un molde predefinido, abraza tu complejidad y reconoce que eres valioso tal y como eres más allá de un hermoso y altamente desechable capital humano.

Ser incongruentes puede ser una herramienta para desarrollar nuestro pensamiento crítico. Nos obliga a cuestionarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno, a reflexionar sobre lo que creemos y a explorar nuevas ideas y perspectivas.

Así que no temas a la incongruencia. Se rebelde y cuestiónalo todo